11 December 2007

Me fui sola luego de un masticable y varias cervezas, dejando atrás mi examen, a mis compañeros y el festejo emotivo. Sin lágrimas pero invadida de melancólica.
Una fuga sin muchos planes, un pasaje en barco lento, un hostel reservado frente uno de los edificios que más me gusta de la ciudad de BsAs, y un gran plan de viernes a la noche.
Me coloque los auriculares, dub para mis oídos. Sentí lo bien que había hecho en partir librada al destino de mi camino, a la decisión espontánea de trazar la ruta en cada minuto. Me fascina hacer eso, supone sorpresas a las que me comprometo a participar. En la terminal me encontré con un compañero de ruta que se hallaba igual que yo y juntos partimos.
Así me moví y festeje cada minuto que viví, no salí de compras como siempre y puedo decir orgullosamente que no caí en los wayfarers, mis compañeros de ruta tampoco en los chupines, levis 505 me dijo y brindamos por ese efímero y estúpido sentido de la moda. Celebramos todos los dias, las excusas eran claras y muchas.
El viernes a la noche fue un éxito definitivo, el flow nos llevaba y la ruta era dinámica, de un escenario a otro viendo variedades de increíbles bandas, duos y djs. Sin alcohol en nuestras venas. Ultimo concierto de la noche, de los mejores a mi criterio, el perro del rap pronuncia la primera vocal y el público preso de la paranoia corre desesperado entre llantos y llamadas de celular dejando el campo, nosotros corrimos pero volvimos apenas recuperamos el aliento, no estaba en mis planes perderme el concierto. No entendimos la corrida de toros sin agresor identificado pero al otro día las noticias mostraban que la causa había sido un problema entre pandillas, una persona había pagado con un cuchillo en sus entrañas mientras sacaba un arma, 900 personas corrieron sin saberlo.
Los días que restaron se resumieron en muchísimas risas, me había olvidado lo que era reírse de la estupidez, de los ataques de risa adolescente que no podemos contener aunque el profesor nos este clavando la mirada y su birome esté sobre la libreta de calificaciones, me reí hasta el dolor extremo de mandíbula y abdomen, me reí feliz, no digo que antes de irme no lo fuera, pero reírse mucho y estar feliz es una ecuación que encuentro fascinante. Muchas veces me he reído en épocas de tristeza, pero reírme de manera descontrolada sin estar bajo efectos externos provocadores de tal risa, fue algo terapéutico para este cuerpo que habito. El tour bsas07 se extendió más de lo que había pensado, llevándome hasta provincia, hasta barrios como los míos en los que compramos cerveza en almacenes, y transitamos calles llenas de árboles y niños corriendo. La noche me encontró en una de sus villas, tomando cerveza y escuchando cumbia-hiphop que salía de un auto con la valija abierta, rodeados de muchachos jóvenes, pipas, gorras y vasos descartables. El alcohol comenzaba a llegar desde las venas hacia mi inteligencia mientras conversaba apasionadamente de tatuajes con una pareja de locales que tenían todo su cuerpo rayado, ella decía arrepentirse, pero yo los halagué porque eran realmente hermosos, fotos de por medio, saludos, brindis, saltos y horas mas tarde ya estábamos en una típica fiesta bonaerense. En una terraza despejada, invadiendo todo con nuestros bailes y risas descontracturadas. El final de la noche o debo decir el comienzo del día no esta claro en mi mente solo me acuerdo de una charla incoherente con el chico del hostel y escribir una notita estilo carta 4to de escuela que le deje a mi compañero.

El domingo se vivió como domingo, helados, refuerzos de salame, pollera, remera y sol. Mis ojos sin gafas producto de la noche anterior, entrecerrados por la risa el humo y el resplandor, descubrían nuevos paisajes. El final del día tuvo como locación otra terraza, donde se celebraban las hermosas pinturas de un porteño que sabia manejar con propiedad los colores y las expresiones. Partí corriendo al Eladia Isabel. Vuelta a pura risa, Quilmes y comida en envoltorios plásticos. Montevideo me recibía ya dormida. Ducha, desayuno, ropa limpia, y mente despejada, a las 9 me incorporaba nuevamente a la realidad.

3 comments:

Anonymous said...

Que barderita que sos... y sabés porque te lo digo...

beso...

Anonymous said...

La risa de colegiala es tan refrescante...Me alegro por usted, querida Calvario.

diegocalvelo said...

Que bueno que la pases así.
ahora entiendes esa descarga que dan las cosas nuevas. Ahora y despues de ya mucho alguien entiende porque no puedo estar en un lugar y recorro el mundo buscando las risas.